pueblo blanco y lejano que no conozco aún,
y como esto es un poco vulgar y candoroso,
hermano errante, vamos hacia mi juventud.
Eres muy pocas cosas en la vida. La vida
no me ha entregado todo lo que yo le entregué
y ecuacional y altivo me río de la herida:
el dolor es a mi alma como dos es a tres!
Nada más. Ah! me acuerdo que teniendo diez años
dibujé mi camino contra todos los daños
que en el largo sendero me pudieran vencer:
haber amado a una mujer y haber escrito
un libro. No he vencido, porque está manuscrito
el libro y no amé a una, sino que a cinco o seis...
-Los cuadernos de Neftalí Reyes, 12.7.1920/OC, t.IV,pp.158
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